Normalmente venimos, vamos corriendo, cada uno con su horario, entramos y salimos, nos saludamos, estamos con nuestros amigos, pero nunca nos reunimos todos juntos. ¿Por qué un día juntarnos así?
Porque queremos recordarnos que somos FAMILIA. Que más allá de notas, exámenes, proyectos, EVAU o reuniones… somos personas que estamos juntos compartiendo la VIDA. A algunos os quedan algunos años más en Piquer, a otros menos. Pero queremos dejaros una huella imborrable en vuestro corazón.
Queremos recordarnos que no sois un número en nuestras listas, un nombre en nuestros estadillos o una nota media al final de curso. Sois personas a las que queremos acompañar, enseñar y dar lo mejor, para que cuando salgáis por esa puerta un día para siempre sepáis elegir lo que está bien y lo que está mal y tengáis las herramientas y toméis las decisiones para que cambiéis un mundo que está herido y roto. Como decimos habitualmente, que seáis hombres y mujeres para los demás. Que escuchéis la llamada que hay para vosotros y sepáis que hay una misión para cada uno de vosotros.
Pero también recordarnos a los profesores, jesuitas y todos los que trabajamos para vosotros. Que no nos exijáis, si no que nos tratéis con cariño. Que también tenemos nuestro corazón y también necesitamos de vuestro amor cada día. Que nos podemos equivocar, pero todo lo pensamos para vuestro bien.
Poder recordarnos, en definitiva, que somos una gran familia, la familia de PIQUER, con muchos rostros, nacionalidades, religiones y dedicaciones, pero con un mismo espíritu de Colegio fraterno. Que somos todos sueño de Dios. Y eso también celebramos estos días, que Dios nace otra vez en cada uno de nosotros de una forma humilde y sencilla.
Un abrazo grande!