La Segunda Semana de los Ejercicios Espirituales (donde se contempla la vida de Jesús hasta la pasión) se inicia con el Llamamiento del Rey Eternal [EE 91]. Una oración que nos recuerda que Jesús nos llama, cuenta con nosotros, que al inicio de todo camino, proyecto, vida…, hay siempre una llamada.

Esta llamada es personal “ES PARA TI”, Jesús nos llama a trabajar y comprometernos con Él, a formar parte de su equipo.
Esta llamada requiere una respuesta, ya que no sólo consiste en sueños y en deseos bonitos, sino que pide aterrizarse: respondiendo, actuando, concretando. A su vez, la respuesta no es un puro activismo que trata de atender todos los campos de batalla, sino sólo aquellos en los que siente la llamada. No es el mucho hacer, sino el responder generosamente a donde se nos llama.
Esta respuesta busca el Magis. No se contenta con lo mediocre, Magis es siempre ‘más’. Esta llamada busca alcanzar grandes horizontes, alberga grandes deseos, nos lanza a “la audacia de lo imposible”. Pero estas grandes ‘alturas’ se concretan en lo cotidiano del día a día, sólo estamos llamados a señalarnos en ‘lo más alto’ incidiendo en lo más pequeño, en lo ínfimo, en lo que parece que no cuenta. Así se enraíza la grandeza del Magis y adquiere toda su profundidad lo pequeño.
Queremos aprovechar nuestra vocación educativa, nuestra tarea cotidiana, para transmitir a nuestros alumnos que nuestra excelencia  no es sólo académica, sino que busca formar hombres y mujeres conscientes, compasivos, competentes y comprometidos. Queremos despertar como educadores el deseo, ayudemos a descubrir y a sentir la llamada de un Dios que cuenta con cada uno de nosotros. No seamos sordos a su llamamiento